sábado, 9 de abril de 2011

Imagina...




Antes de empezar, estoy seguro que a alguien se le iba a ocurrir hacer la broma con el titulo teniendo en cuenta aquel tiempo en que salieron tantos “Imagina ser…” yendo desde ser enfermera, hasta ser mama, así que me adelanto yo mismo poniendo esta imagen al comienzo. Que de paso que estamos me viene incluso bien para arrancar con el tema, y es que… ¿Qué ha sido de ese tiempo en que cogíamos muñecos y nos imaginábamos ser todas esas cosas sin tonterías como juegos en los que simulas tener una profesión? Se que mi memoria suele ser peor que un colador al que le haces agujeros extra, pero aun recuerdo cuando de pequeño jugabas con un mercado de juguete, o con un coche de plástico e imaginabas ser el mayor campeón del mundo

Si, se que soy un gamer, que lo he reconocido en muchas ocasiones y lo reconoceré siempre. Hay veces que, como todos, necesito desconectar y que, por decirlo de algún modo, otros imaginen por mi y simplemente tenga que sentarme con un mando para entrar a un mundo que no existe, al menos físicamente hablando. Pero por lo general prefiero “jugar” con mi imaginación, ya que en los videojuegos se limitan las cosas demasiado, ya que no es fácil hacer en un mismo juego todo lo que puede llegar a imaginarse (creedme, sabia que resultaba difícil, pero ahora que estoy estudiando informática entiendo cada vez más lo que cuesta programar un videojuego aunque solo sea del tipo de un montón de pixeles amontonados de cualquier forma). Y por otra parte sabes que tu imaginación no te va a decepcionar, precisamente porque es tuya y puedes elegir lo que ver a cada momento, pudiendo llegar al punto de ser un pirata que se lanza por un acantilado y mientras cae se convierte en un pájaro que aplasta todo al caer porque se ha convertido en una enorme mole de músculos. Si, es un barullo enorme en muy poco tiempo, pero es lo que tiene la imaginación…no hay límite a menos que seas de esas personas que se limitan en exceso a lo que ven delante de sus narices

Y ante todo que coño, que es gratis. A ver a quien no le gusta eso

Pasando a mi caso, hay una forma muy simple de definir el por qué me gusta mi imaginación; es más, puedo definirlo con una sola palabra: Poder. Si, habéis leído bien, me encanta el poder que me da mi imaginación, ya que me permite ser quien yo quiera y siempre que quiera. Puedo ser alguien increíblemente fuerte, ya que en la vida real no es que sea precisamente Hulk, y al mismo tiempo tener la capacidad de controlar los elementos, de convocar a la enorme fuerza que tiene un rayo mientras me muevo como una sombra por todo el mundo. Puedo ser el mayor genio que existe y existirá de la tecnología, y aun después de tumbar dragones y gigantes me quedará tiempo para leer un libro, porque siempre debería quedar un rato para leer, que es precisamente algo que ha ayudado a mi imaginación a crecer cada vez más. Está claro que si conociésemos un mundo en el que pudiéramos definirnos a nosotros mismos según dicte nuestra imaginación, conozco a mucha gente que podría llegar a reírse de a lo que hoy día se llama dioses

El problema de esto suele ser lo de siempre, y es que mucha gente al crecer deja a un lado su imaginación. Se centran en la lógica, la razón ante todo y se olvidan que cuando eran niños gracias a la imaginación podían llegar mucho más lejos que limitándose a mirar lo que tienen ante sus narices, llegando a veces a ni siquiera poder distinguir lo que tienen delante. Aunque hoy día cada vez conozco a más gente que no solo no cae en este problema, sino que tiene una imaginación incluso más exagerada de los niños, ya sea porque conocen mejor el mundo, o simplemente porque nunca dejaron de imaginar y poco a poco esta imaginación se fue haciendo más fuerte con el paso de los años. Sea como sea, yo mismo espero ser de la clase de adultos que nunca olviden como es imaginar desde ser el mayor héroe del mundo hasta algo tan simple como fue en su día para muchos niños y niñas, que es ser llamado campeón de la liga Pokémon (si, en su día me marcó muchísimo y que queréis que os diga, hay cosas que no se olvidan)

Para terminar y si queréis un consejo para no dejar a un lado vuestra imaginación, para mí al menos existen unos cuantos:

- Dedicad algunos de vuestros ratos libres a escribir, dejad volar vuestra imaginación y sentid la libertad de retrataros a vosotros mismos como magos, superhéroes, o incluso villanos, porque todos hemos tenido en algún momento la tentación de tomar un papel en el bando de los “malos”.
- Leed libros, ya que son una de las mejores herramientas para potenciar la imaginación. Si, es cierto que la historia ya está definida, pero miradlo de este modo: cada cual visualiza lo que lee de un modo diferente, personal y especial, y eso aunque parezca mentira ayuda a mejorar vuestra imaginación
- Jugad a rol, aunque este consejo no va destinado a todo el mundo ya que a mucha gente no le atrae especialmente el hecho de convertirse en un héroe que luche contra dragones, supervillanos y cosas por el estilo. Pero claro, yo soy friki así que esta es la clase de consejo que me gusta
- Dibujos animados. Os dirán que son cosa de crios, pero sinceramente os diría que no les hagáis ningún caso. Desde siempre recuerdo el hecho de ver los dibujos con mi padre al lado, y le gustaban más que a mi mismo. A día de hoy los suelo ver incluso más que antes, aunque todo sea dicho, hay ocasiones en que se echa de menos el estilo que había antes con las series de animación. Dios, me estoy haciendo viejo…ya hablo como uno de ellos

En resumen, haced simple y llanamente lo que os guste, y si os dicen que son cosas de crios mejor aun, puesto que los niños tendrían que enseñarnos dos y tres lecciones sobre lo que es liberarnos gracias a esa fuerza imparable que es la imaginación de una persona. Y os lo dice alguien que convive con otras dos personalidades conviviendo en el mismo cuerpo…

El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo – Gustavo Adolfo Bécquer